La Iglesia celebra cada primer domingo de marzo el Día de Hispanoamérica, recalcando su especial vinculación con las Iglesias hermanas de Hispanoamérica, además de recordar a los muchos misioneros presentes allí. El lema de este año bajo es ‘Historia de Esperanza’.
Esta jornada pone en valor la presencia de la Iglesia en América y su labor en el desarrollo de los pueblos americanos hasta ser «historias de esperanza». Para ello se destaca la importancia del mensaje cristiano, donde fe y esperanza suponen una buena noticia para cada individuo y comunidad.Este año, la Comisión Episcopal de Misiones de la Conferencia Episcopal, que impulsa esta celebración, ha elegido el lema: “Historia de Esperanza”.
La presencia de la Iglesia “en el continente americano ha colaborado a hacer de los pueblos que lo integran «historias de esperanza». Cuando revisamos el camino recorrido, descubrimos con facilidad momentos de dificultad, de prueba y hasta de conflicto. Sin embargo, una y otra vez, la fe cristiana ha introducido en el corazón de las personas y de las culturas algo que resulta irreductible al mero optimismo: la certeza de que Jesucristo ha vencido ya a la muerte, a la esclavitud y al pecado”, explica el mensaje para esta jornada, firmado por el cardenal Robert Prevost, presidente de la Pontificia Comisión para América Latina.
Actualmente, la Obra de Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana (OCSHA) tiene 138 sacerdotes españoles destinados en los distintos países de toda América, la mayoría procedentes de la diócesis de Toledo —27—. Los sacerdotes de la OCSHA tienen encargos pastorales en parroquias, colegios, seminarios u hospitales.
Abraham Avila