Acompañar, rezar y dar una palabra de aliento y de esperanza a las personas que viven con las secuelas de haber sufrido un accidente de tráfico y a las familias que han perdido a un ser querido en la carretera. Con este objetivo el departamento de Pastoral de la carretera convoca para el 31 de mayo la jornada «Enjugar las lágrimas».
Esta jornada comenzó a celebrarse el año 2016 con motivo del Año de la Misericordia. Se ha elegido como fecha el 31 de mayo, día en el que se celebra la Visitación de la Virgen a Santa Isabel. «De igual modo la Iglesia, que es Madre, tenga el gesto de acercarse a sus hijos que han sufrido un grave accidente o personas que hayan perdido, por accidente de tráfico, a un ser querido», explica el director del departamento, José Aumente.
“Enjugar las lágrimas” a quienes lo necesiten
Con motivo de esta Jornada, los responsables de la Pastoral de la carretera en las diócesis celebran, en torno a este día, una Eucaristía junto a los afectados, asociaciones de víctimas y autoridades relacionadas con la Seguridad Vial.
«Deseamos de corazón -señala José Aumente– una Seguridad Vial plena donde nadie tenga que sufrir por haber padecido un grave accidente o perdido a un ser querido, pero, mientras no llegue ese día, no olvidemos de “enjugar las lágrimas” a quienes lo necesiten».