Foto: Miguel A. Álvarez.
Este viernes, día 10 de junio, tuvo lugar, en el Santuario de Santa María A Real de O Cebreiro (Lugo), el encuentro de clausura de curso de las actividades pastorales llevadas a cabo en nuestra Diócesis. Comenzó a las once de la mañana, con la oración comunitaria, y concluyó a media tarde.
El rector del Seminario, David Varela Vázquez, fue el encargado de dirigir la primera de las dos ponencias del día. En ella, reflexionó sobre las "Nuevas propuestas educativas de la Diócesis de Lugo". El responsable diocesano aseguró que "estamos experimentando, desde hace tiempo, la dificultad de transmitir a las nuevas generaciones los marcos fundamentales de la existencia, al tiempo que el relativismo se extiende como una autoridad imposible de cuestionar". En este sentido, Varela Vázquez dijo que "somos herederos de una tradición larga que ha puesto todo en duda e incluso niega la existencia de una verdad absoluta. Por esto, aunque aparezca la tentación de abdicar, educar sigue siendo imprescindible". Mencionando al Colegio Diocesano San Lorenzo y al Colegio de la Milagrosa, ambos en la ciudad de Lugo, y al Colegio María Inmaculada de Silleda, el rector del Seminario Conciliar recordó que, "los proyectos educativos están en marcha y ofrecen una oferta relevante que configura una gran presencia de la Iglesia en medio de nuestra tierra." Preguntándose sobre la razón de esta apuesta educativa de la Diócesis, David Varela recordó que "forma parte del mismo ser de la Iglesia, de la misma dinámica de la fe: no educamos sólo porque queramos hacer una contribución social o para responder a una necesidad de la sociedad en un determinado momento sino que la fe se transforma en educación y en cultura por lo que es, porque incluye e implica una mirada y una inteligencia profundas sobre la realidad." Por esto, "es inconcebible una fe cristiana que no tiene las ganas, las fuerzas y la pretensión de educar, de introducir en la realidad según la totalidad de los factores y, como Iglesia, tenemos la obligación de proponer lugares donde sea evidente que ser cristiano es una forma de vivir todas las cosas", señaló.
Concluida la reflexión sobre la apuesta educativa de la Diócesis, el Delegado Episcopal del Clero, Jesús Ángel Fernández Aira, expuso la situación actual de la formación permanente que ofrece la Iglesia diocesana. En este sentido, Fernández Aira resumió el trabajo realizado a lo largo del curso en esta materia y agradeció la labor de todas las personas que colaboraron en ella.
El momento central del encuentro fue la Santa Misa, presidida por el Obispo de Lugo, monseñor Alfonso Carrasco Rouco. En su homilía, el prelado recordó que "nosotros somos testigos del Señor y si vivimos de su fuerza nacerá dentro de nosotros una fuente de vida y esperanza que no será detenida por nada." Don Alfonso aseguró que esto "es una afirmación magnífica de nuestra libertad porque llevamos dentro de nosotros a Dios y así somos testigos de la fe, de las certezas buenas; porque hemos conocido al Señor, la esperanza, la fe y la paz brotan de nuestro corazón." El Obispo aseguró que "el Señor está presente en medio del mundo si nosotros estamos presentes, no con el horizonte escaso de la muerte, sino con la mirada puesta en la vida eterna, con la certeza de que este mundo pasa, y todas sus pasiones, y toda su gloria, pero tú no." Monseñor concluyó su homilía invitando a dar gracias a Dios "por habernos mantenido un año más a su servicio, caminando juntos, ciertos de que no estamos solos" y manifestó el deseo de "que Dios guarde su fecundidad y su belleza en nuestro corazón, para ser sus testigos aquí, donde Él nos quiere".
Terminada la mañana, los asistentes, de distintas zonas de la Diócesis, concluyeron la jornada compartiendo la comida.
