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4 de febrero, Jornada Internacional de la Fraternidad Humana


La Subcomisión Episcopal para Relaciones Interconfesionales y Diálogo Interreligioso anima a la celebración de la Jornada Internacional de la Fraternidad Humana que se celebra el sábado 4 de febrero. Una jornada para conmemorar que este mismo día, en 2019, el papa Francisco y el Gran Imán Al-Tayyeb firmaban de manera conjunta el documento sobre la Fraternidad Humana por la Paz mundial y la Convivencia común.

La ONU quiso establecer que este día fuera la Jornada Internacional de la Fraternidad Humana. El Dicasterio para el Diálogo Interreligioso se sumó en 2021 y anima a sumarse a las Conferencias Episcopales.

La Subcomisión para Relaciones Interconfesionales recoge esta invitación que es «una buena ocasión para subrayar la importancia del diálogo interreligioso en la vida de la Iglesia», señala su presidente, Mons. Francisco Conesa. Por eso, ofrece distintas sugerencias que, en colaboración con la delegación o secretariado de relaciones interconfesionales en las diócesis, se podrían desarrollar a lo largo del mes de febrero. «Vale la pena apostar por el diálogo entre las religiones» porque entre «las religiones es posible un camino de paz» «la violencia no encuentra fundamento en las convicciones religiosas fundamentales sino en sus deformaciones» (Fratelli tutti, 282).

Algunas sugerencias para la celebración en las diócesis

– Orar por la fraternidad entre las religiones. Se proponen algunas intenciones de oración para las celebraciones de la eucaristía del día 4 de febrero.

“En la Jornada Internacional de la Fraternidad Humana, te pedimos Señor por los hombres y mujeres que, en las distintas tradiciones religiosas, elevan su oración al Creador y Padre de todos, para que nuestra fe sea lugar de encuentro y diálogo, y así colaboremos en la construcción de un mundo más fraterno”.

“Para que cese todo tipo de violencia en nombre de Dios, la persecución por motivos religiosos, y los fieles de todas las religiones seamos instrumentos de paz en nuestra sociedad”.

– Organizar alguna charla o conferencia sobre la visión cristiana de las religiones o sobre las religiones al servicio de la fraternidad.

– Encuentros con representantes de otras tradiciones religiosas, visitar sus dependencias o lugares de culto, o ser receptores de estas visitas.

– Convocar algún encuentro interreligioso de oración con el trasfondo de la fraternidad universal.