Este es el día en que actuó el Señor, la solemnidad de las solemnidades y nuestra Pascua: la Resurrección de nuestro Salvador Jesucristo según la carne.
Creemos que Cristo ha resucitado de entre los muertos porque aceptamos el testimonio de los apóstoles, que vieron el sepulcro vacío y creyeron; que comieron y bebieron con Él, después de su resurrección; testimonio que se nos transmite por la Iglesia a lo largo de los siglos (cf. Ev. y 1 lect.). Ocurrió el primer día de la semana que a partir de entonces es el día del Señor Resucitado, la piedra que desecharon los arquitectos, que es ahora la piedra angular de la Iglesia (cf. sal. resp.). Por la fe y el bautismo hemos resucitado con Cristo, el verdadero Cordero que quitó el pecado del mundo, que muriendo destruyó nuestra muerte y resucitando restauró la vida (Pf.). Por eso debemos buscar siempre los bienes del cielo, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios (2 lect.).
¡Feliz Pascua de Resurrección!