Jesús ha resucitado. Y con Él las promesas del corazón, la certeza de Dios nuestro Padre y de una vida verdadera y eterna, hecha de amor, de entrega, de compañía plena. (Mons. Alfonso Carrasco)
¡ha resucitado Jesús, mi amor y mi esperanza! Y la luz llena el corazón para siempre. El mundo entero, todas las mentiras de la historia, todos los dolores y las amenazas de la muerte, ya no pueden sepultarlo; ya no pueden sepultarnos. (Mons. Alfonso Carrasco)
En su resurrección brilla su rostro, y en el suyo el de nuestros seres queridos, nuestros padres y madres, esposos, hijas e hijos, amigos, tantos, y, por eso, todos, los que hacemos juntos la historia desde Adán y Eva. (Mons. Alfonso Carrasco)
En su resurrección Jesús ilumina nuestros corazones, quita nuestras soledades, abre nuestro futuro. No miraremos ya el mundo sin Él, como si la verdad, la dignidad de las personas no fuese factor relevante en la vida, como si el amor al prójimo pudiese ser cosa privada, como si pudiésemos aceptar que todo fuese oscurecido otra vez por el velo de la muerte. (Mons. Alfonso Carrasco)
TEXTO Homilía Obispo de Lugo en Vigilia Pascual
TEXTO Homilía Bispo de Lugo en Vixilia Pascual
Maria José Campo