Se están celebrando las jornadas sacerdotales que, como cada año, tienen lugar en el monasterio de Poio y que congregan a sacerdotes de las diócesis de Galicia.
Comenzaron ayer, lunes 16 de septiembre, con dos relatorios a cargo del sacerdote y escritor, Ángel Moreno Sancho sobre la oración y la iglesia como constructora del bien común.
Por la tarde, el catedrático de la facultad de Ciencias de la Información de la Universidad complutense, Arturo Gómez Quijano, habló sobre las claves de la comunicación persuasiva. Y señaló que Jesús era un gran comunicador.
Gómez Quijano es autor del libro Comunicando el Evangelio, un breve manual para ayudar a los sacerdotes a comunicar mejor en sus homilías, aplicando principios y técnicas de comunicación.
La homilía es la labor del sacerdote que preside la eucaristía y, efectivamente, la audiencia, el público al que se dirige, es algo que hay que tener en cuenta, pero a veces, el propio auditorio puede también ayudar de alguna manera.
Por último, Arturo Gómez Quijano hizo una valoración de lo que significan y aportan estos encuentros como el de Poio.
En este encuentro están presentes algunos sacerdotes de nuestra diócesis. El delegado del clero, Jesús Fernández Aira, señala que es un estímulo para ellos poder mantener estos encuentros.
Antón Negro, sacerdote diocesano que asiste a este encuentro señala lo más importante para él.
Hoy, martes 17, en la segunda jornada del encuentro nuestro obispo, Mons. Alfonso Carrasco, presidió la eucaristía. En su homilía resaltó que los evangelios nos hablan del amor y la misericordia de Dios, que se manifiesta en que vino a nuestro encuentro.
Al hilo de ello, Mons. Carrasco, también quiso recordar que esa es precisamente la misión del sacerdote y de los consagrados, manifestar y testimonial ese amor inmenso del Padre.
Los relatorios de hoy giraron en torno al tema central de las Jornadas, la oración, y, en concreto, sobre la forma especial de orar que es la lectio Divina. La encargada de profundizar sobre ello fue una MM. Cirterciense del monasterio de Armenteira.
Maria José Campo