‘O Emmanuel, Rex et legifer noster,
exspectatio Gentium, et Salvator earum:
veni ad salvandum nos, Domine, Deus noster.’
Traducción:
‘Oh Emmanuel, rey y legislador nuestro,
esperanza de las naciones y salvador de los pueblos,
ven a salvarnos, Señor Dios nuestro.’
Pedimos a Dios, que es nuestro rey y la fuente de nuestra esperanza, que nos salve. Y Él lo cumple de un modo que nunca hubiésemos imaginado: como Emmanuel, haciéndose por nosotros, ‘Dios-con-nosotros’, es decir, haciéndose hombre.
