San José es una figura central en la Iglesia, no solo como esposo de la Virgen María y padre de Jesús, sino también como un modelo de fe y esperanza. En tiempos de incertidumbre y desafío, su vida nos enseña a confiar en los planes de Dios, incluso cuando no entendemos completamente el camino que se nos presenta. San José, al recibir el mensaje del ángel, no dudó en acoger a María y al niño Jesús, mostrando así una fe firme y una esperanza inquebrantable.
San José: faro de esperanza
En el contexto del Año Jubilar 2025, que es un tiempo de renovación espiritual y reconciliación, San José puede ser visto como un faro de esperanza para todos los fieles. Su vida refleja cómo, a pesar de las dificultades y los desafíos, siempre hay un camino hacia la luz y la gracia de Dios. Al igual que San José, los jóvenes adultos y aquellos en el camino hacia el sacerdocio pueden encontrar en él un modelo de cómo vivir con esperanza, incluso en situaciones complicadas.
En este sentido, este Año Jubilar puede ser un momento propicio para que los seminaristas y todos los fieles se acerquen a San José en oración, pidiendo su intercesión para que puedan vivir su vocación con el mismo espíritu de confianza y entrega que él mostró. La esperanza que San José encarna puede inspirar a los jóvenes a seguir adelante en su camino, recordándoles que Dios siempre está presente y que su gracia puede transformar incluso las situaciones más desafiantes.
San José y el día del Seminario
El Día del Seminario, que se celebra en las diócesis para fomentar las vocaciones al sacerdocio, también se puede relacionar con la figura de San José. Los seminaristas, al igual que San José, están en un proceso de discernimiento y formación, buscando entender la voluntad de Dios en sus vidas. San José es un ejemplo de cómo responder a la llamada de Dios con valentía y confianza. Su vida nos muestra que la vocación no siempre es fácil, pero con fe y esperanza, se puede encontrar el propósito y la alegría en el servicio a los demás.
El lema de la campaña del Día del Seminario 2025, es ‘Sembradores de Esperanza’. Recordemos las palabras del Papa Francisco, en su carta apostólica Patris corde, con motivo del 150 aniversario de la declaración de San José como patrono de la Iglesia universal: “Como Dios dijo a nuestro santo: «José, hijo de David, no temas» (Mt 1,20), parece repetirnos también a nosotros: “¡No tengan miedo!”. Tenemos que dejar de lado nuestra ira y decepción, y hacer espacio —sin ninguna resignación mundana y con una fortaleza llena de esperanza— a lo que no hemos elegido, pero está allí” (Patris Corde, 4).
Oración a San José
Salve, custodio del Redentor
y esposo de la Virgen María.
A ti Dios confió a su Hijo,
en ti, María depositó su confianza,
contigo Cristo se forjó como hombre.
Oh, bienaventurado José,
muéstrate padre también a nosotros
y guíanos en el camino de la vida.
Concédenos gracia, misericordia y valentía,
y defiéndenos de todo mal. Amén
