Una repleta plaza de Santa María acogió la bendición del Domingo de Ramos de este año, que contó con la asistencia de miembros de la Junta de Cofradías y autoridades civiles. Tras la procesión de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén, “A Borriquita”, el obispo de la diócesis presidió la celebración Eucarística en la catedral.
En su homilía, Mons. Alfonso Carrasco Rouco, comenzó recordándonos lo que celebramos hoy, Domingo de Ramos, la celebración que abre la Semana Santa: “Jesús había subido al templo, a Jerusalén, sabiendo que iba a morir, lo había dicho sus discípulos, pero su entrada fue extraordinariamente festiva. Entró como un rey pacífico, entró entre la alegría de las personas que lo honraban y cantaban al Hijo de David. Bendito el que viene en nombre del Señor, el que va a restaurar la casa de nuestros padres. Resonaba una esperanza inmensa”. Pero, como nos relata la narración de la Pasión: “¿Cómo se evita que el domingo de Ramos derive y que aquellos que aplaudían a Jesús después puedan ser fácilmente manipulados por los fariseos que consiguieron manejar para que gritaran allí suficientemente alto, crucificando? ¿Cómo se evita que nosotros derivemos y nos dejemos manipular, que se nos lleve nuestra conciencia, que actuemos mal…?
Siguió, Mons. Carrasco, diciendo que sobre esto es sobre lo que se nos invita a meditar durante estos días: “El Señor venció. Veremos todo el misterio de la vida pasar ante los ojos. Veremos el misterio del pecado y de la injusticia y de la violencia que sigue existiendo. Veremos la esperanza del hombre y cómo tantas cosas parecen querer destruirnos y cómo el Señor vence y, amándonos, nos salva”.
Finalizó su intervención señalando que “Si guardamos en el corazón la misma novedad profunda del amor a Dios y al prójimo, la esperanza, la dignidad, el respeto a Dios y el respeto de los unos a los otros, construimos una vida diferente y un mundo nuevo. Es verdad que hay que hacer las cosas en la práctica, pero también es verdad que sin el Señor no conseguimos hacerlas. Que esta Semana Santa restaure para todos la alegría y la esperanza”.
AUDIO: Homilía del Obispo de Lugo en la celebración del Domingo de Ramos
