Início / Menu Diócesis / Noticias

Charla del Dr. Conde Vales


En el marco de la celebración de la Jornada Mundial del Enfermo, el día 12 de febrero tuvo lugar una conferencia a cargo del Dr. José Conde Vales.

El encuentro fue presidido por el Obispo de Lugo, Mons. Alfonso Carrasco; por el Vicario General, Mario Vázquez Carballo; y por el delegado Episcopal de Pastoral de la Salud, Miguel Ángel Fernández Vilariño. A este encuentro asistieron amigos, colegas, incluso pacientes del Doctor Conde.

El Dr. José Conde Vales nació en Taboada, estudió la carrera de medicina en Santiago de Compostela, estudios que terminó en Cantabria. Fue profesor asociado de la USC, se desempeñó como cirujano general. Por más de 40 años ejerció la medicina con gran profesionalidad y cariño a los pacientes. Fue jefe de Cirugía del Hospital Universitario Lucus Augusti. Es todo un referente en laparoscopia y en el uso del robot Da Vinci. Fue presidente de la sociedad de cirugía de Galicia, autor de diversas publicaciones. Hoy en día está jubilado.

El Dr. Conde dedicó a esta conferencia el título: Peregrinos de la Esperanza. A la cual definió como una “luz que sana y trasciende. La esperanza se alimenta de nuestra fe. Es la virtud que capacita al hombre para esperar la vida eterna.”

Como médico y cirujano, conoce de primera mano el sufrimiento de las personas, señaló que “es distinto estar desesperado a estar desesperanzado. En la relación médico – enfermo, los pacientes atraviesan incertidumbre, tristeza, lo único que puede ayudar es la fe.”

“La esperanza es como la sangre, no se ve, pero debe estar ahí. Para el creyente, la fe es abandonarse en Dios, una lucha; va más allá del tiempo, nos da una anticipación del mundo futuro.” El Dr. Conde, para hablar de la esperanza, citaba al profeta Isaías: “Los que esperan en el Señor, renovarán sus fuerzas” (cfr. Is 40, 31a). “La esperanza no es algo pasivo, es un regalo que se nos da, pero también una acción: ayudar y rezar por el que sufre. ¿Cómo podemos infundir esperanza? Como el ancla (símbolo de la esperanza en la tradición cristiana), ofreciendo a alguien que se tambalea algo seguro a qué anclarse.”

“El médico no solo cura con las manos y la ciencia, sino con su palabra y su mirada. La esperanza no garantiza la cura, pero cuando no hay cura, ofrece ayuda, compañía y dignidad.”

El Dr. Conde citó dos perspectivas de la esperanza desde autores agnósticos: la primera era la activista E. Brum, en su artículo ‘La esperanza no nos salvará’: “hay que dar un mensaje de esperanza, aunque la esperanza es una mercancía más. Un objeto de consumo. No tengo nada en contra de la esperanza, pero no podemos darnos el lujo de depender de ella.” El otro autor que citó fue al columnista Javier Cercas: “La esperanza, cuanto más se acumula, más desdichado se es, más decepciones se experimentan.”

El Dr. Conde concluyó con estas palabras: “la fe y la medicina no son opuestos, son complementarios, ya que buscan el bien del ser humano, en lo físico y en lo espiritual. Como creyentes y médicos, debemos ser testigos de la esperanza.”

El Obispo de Lugo, Mons. Alfonso Carrasco, cerró el encuentro con unas palabras: “La experiencia de la enfermedad permite hablar de un modo mejor de la esperanza. Cuando hablan de ella los médicos o los enfermos, adquiere un tono más humano. Hablar de la esperanza es difícil, al igual que hablar de todas las cosas importantes de la vida.”

Continua Don Alfonso: “La esperanza es decisiva, significa la afirmación de la persona, a pesar del sufrimiento y la enfermedad, la persona sigue siendo ella misma”, recordaba una frase de su hermana, quien padece E.L.A. y precisamente fue paciente del Dr. Conde: “que suerte tengo, hay gente que me quiere” […] “La esperanza quiere decir que hay futuro, tú siempre serás. La esperanza es en el fondo este anhelo, una impresión que dice ‘yo no puedo morir’, como dice Gabriel Marcel: ‘amar es decirle al otro, tú no te puedes morir’”, citó Mons. Carrasco.

Concluyó diciendo: “La enfermedad es la que es, pero el enfermo es diferente. La enfermedad aplasta, pero no es así cuando se vive con fe, no te aplasta, sigues teniendo horizonte; esperanza significa el significado profundo de la persona, que se sigue afirmando siempre.”