Início / Menu Diócesis / Noticias

CORPUS CHRISTI en la Ciudad del Sacramento


El domingo 2 de junio, Solemnidad del Corpus Christi el Obispo de Lugo presidirá la Eucaristía en la plaza de Santa María a las 11h. A continuación tendrá lugar la procesión por las calles de la ciudad.

Corpus Christi o Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo es la fiesta que proclama la fe de los creyentes en la presencia real de Jesucrito en el Santísimo Sacramento. La Eucaristía es “la fuente y culmen de la vida cristiana., y se celebra 60 días después del Domingo de Resurrección.

Hay muchas tradiciones asociadas con Corpus Christi, y en Lugo esa devoción a la Eucaristía existió desde siempre como algo singular y tomó la forma de la exposición permanente del Santísimo, quizás ya desde el siglo XIII, y que se mantiene ininterrumpidamente hasta hoy en el Altar Mayor de nuestra Catedral.

Y esta exposición permanente del Señor sacramentado es un acontecimiento único en el Mundo. Ninguna otra Catedral goza de este privilegio que poseemos los lucenses.

Hoc hic Mysterium Fidei Firmiter Profitemur” (Aquí profesamos firmemente este misterio de fe) luce orgullosamente el escudo de “la Ciudad del Sacramento”, y ese mismo emblema se localiza a los pies de la Asunción de la Virgen María en el coronamiento del tabernáculo de la Capilla Mayor de la Catedral de Lugo. Que por la gracia de Dios y la intercesión de Aquella en quien tomó carne el divino Hijo, permanezca siempre viva la verdadera fe y la devoción a Jesús Sacramentado en esta tierra. Que la adoración a su Presencia real en la Sagrada Forma sea una bendición para nuestras familias y para todo el Pueblo de Dios. Que la comunión en el Pan eucarístico, único y partido, sea alimento del camino, fuente perenne de vida y caridad. Y que nunca deje de escucharse en nuestra Catedral Basílica el saludo humilde y agradecido del fiel cristiano: ¡alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar!”(Mons. Alfonso Carrasco, Obispo de Lugo)

LUGO CIUDAD DEL SACRAMENTO

Por el privilegio extraordinario de la Exposición permanente del Santísimo en el Altar Mayor de la catedral a Lugo se la conoce como la Ciudad del Sacramento. Y como consecuencia de esta tradición, importante no solo para Lugo sino para el resto de Galicia, surgirá la Ofrenda del Reino de Galicia al Santísimo Sacramento.

El escudo de Galicia, con las cruces de las siete ciudades, presenta también un cáliz y una hostia y recoge la historia de fe y amor por la Eucaristía de todo el pueblo gallego, que de forma protocolaria se renueva cada año en la Celebración de la Ofrenda del Reino de Galicia al Santísimo Sacramento en la Catedral de Lugo.

Esta fiesta tiene lugar el domingo después de Corpus Christi, y se celebra ininterrumpidamente desde 1669.

LA CATEDRAL DE LUGO

La fe y la devoción de los lucenses por la Eucaristía dio frutos permanentes a lo largo de la historia: artistas del medievo la plasmaron en el pinjante de la puerta norte, otros posteriores en la figura central de la fachada principal, en las pinturas de la bóveda, en los dinteles de las puertas, en las producciones musicales, en las cofradías, en la adoración nocturna, congresos eucarísticos… hasta en la muralla: el cáliz de la Sacra Forma está visiblemente presente en el escudo esculpido en 1781 en la puerta de San Pedro.

El privilegio eucarístico lucense convirtió la Catedral en un espacio único de adoración permanente, y que hace posible que el Santísimo salga en procesión por las calles la tarde del Jueves Santo antes de ser guardado en el sagrario de la reserva, y que el domingo de Resurrección procesione también al encuentro de su Madre.

“Esta fe esencial, revelada por el Padre a los pequeños y escondida a los sabios y entendidos, permanecerá siempre en la historia. Y será siempre defendida por los fieles. Esto es verdad de forma particular en Lugo, donde, desde que conservamos memoria, el ímpetu del corazón busca defender quién es Jesús y el misterio inmenso del don de su Persona. Nuestra Catedral Basílica, por providencia divina, es como un monumento a esta fe sencilla, que sólo sabe abandonarse y que sólo quiere adorar al Dios que es el “Amor de los Amores”, a Jesús Sacramentado. (…) La fe verdadera, que percibe el esplendor profundo de esta Presencia imprescindible, ha buscado siempre expresar el propio amor en el modo de acoger este misterio y de hacerlo manifiesto. Ofreciéndole lo más precioso que tenemos, hacemos un gesto pequeño de reconocimiento y de acción de gracias a Jesús Sacramentado, a quien sólo se puede responder adecuadamente con el amor y la entrega de todo el corazón.

Sabemos que nuestro arte, en sus mejores logros y en sus materiales más valiosos, no puede realmente expresar el esplendor de su Presencia. Pero no podemos dejar de manifestar el afecto profundo de nuestra fe, aunque nuestros medios no se adecuen a la grandeza de su don y de su Persona. Se corresponden, en cambio, con nuestra pequeñez, con nuestro modo de ser y nuestra sensibilidad.

Así pues, con lo más bello de nuestro arte, con toda el alma, damos gracias al Dios hecho hombre; y procuramos hacer visible a nuestros propios ojos el esplendor de su Presencia, para guardar memoria viva de Él, de Jesús nuestro Señor, de modo que la luz de su gloria permanezca y brille siempre en nuestros corazones”. (Mons. Alfonso Carrasco, Obispo de Lugo)