Foto: pastoralsantiago.org.
El Secretariado de Catequesis de Galicia, publica del segundo tomo del proyecto el pozo de Sicar, el primero de los cuatro volúmenes que contiene este tomo: el catequista narrador 1.
La novedad de este material está en presentar una formación para los catequistas basada en la misma inspiración catecumenal que se le pide que tenga la catequesis; a la vez que integra en ella el actual enfoque del aprendizaje basado en competencias. Ambas perspectivas se integran en este material para ponerse al servicio de la formación de los catequistas desde los nuevos parámetros marcados por el nuevo Directorio y convertirlos en auténticos discípulos-misioneros
En el segundo tomo nos centramos en las Competencias para la misión del catequista para que pueda ejercer como tal. Se propone al catequista un camino que recorrer para adquirir progresivamente determinadas habilidades y destrezas. Estas habilidades y destrezas serán las que lo acrediten como competente para poder actuar como tal y para ejercer dignamente su ministerio catequético. En este camino formativo, paso a paso, el catequista tendrá la oportunidad de ejercitarse o entrenarse en las dimensiones formativas del “ser” y del “saber estar con”, del “saber” y del “saber hacer”.
Iniciamos en este primer volumen titulado: El catequista narrador que nos presenta la reflexión sobre el tipo de catequista que se requiere para impulsar y animar las tareas descritas por el Directorio para la Catequesis (DC 79-89). Dibujamos, en primer lugar, la figura ideal de la mente, el corazón y las habilidades prácticas de ese catequista y, en un segundo momento, concretamos el camino que seguir para equipar su mente con los conocimientos necesarios (el “Saber”) y su corazón con las actitudes básicas (el “Ser”).
Estimados catequistas, aprovechen este verano para que por medio de la lectura de èste y otros textos que se les ha propuesto, fortalezcan su ser y quehacer de catequistas.
(Tomado de: https://www.ppc-editorial.com/libro/el-pozo-de-sicar-2-competencias-para-la-mision-del-catequista-1)