El director de la Comisión de Evangelización, Catequesis y Catecumenado de la Conferencia Episcopal Española, y director del Secretariado del Jubileo 2025, Francisco Julián Romero, impartió la jornada de Formación Permanente en el Seminario diocesano
Romero comenzó su intervención profundizando en el significado de celebrar un Año Jubilar, que es, en última instancia, una experiencia de encuentro profundo con Cristo. Una llamada a la conversión que nos ayude a experimentar la misericordia de Dios, su perdón. Asimismo, es oportunidad para la reconciliación con los hermanos.
Un año jubilar es una llamada para todos, los cercanos y los alejados. Un momento de trasmisión de la fe.
El primer jubileo se convocó por el Papa Bonifacio VII, en el 1300, como un tiempo de gracia y propuso su celebración cada 100 años. Con el tiempo se redujo la convocatoria a los 50 años y, posteriormente, a los 25 para facilitar que todas las generaciones pudieran celebrar un jubileo. Más tarde se añadiría el signo de las puertas santas y las indulgencias.
La peregrinación, no debe convertirse en algo superficial, sino que debería expresar nuestra verdadera intención de conversión, que es lo esencial de un jubileo.
El Jubileo del 2025 es un acontecimiento espiritual, eclesial y social en la vida de la Iglesia.
