Con la llegada del mes de noviembre finaliza el convenio entre la Axencia de Turismo de la Xunta de Galicia y la Diócesis de Lugo en el que se acordaba la apertura de las iglesias del Camino de Santiago. Por segundo año y gracias a esta colaboración, se han mantenido abiertas, en horario estable, iglesias de la diócesis por las que pasan las tres principales rutas: el Camino Primitivo, el Camino Francés y el Camino de Invierno.
Finalizada la temporada 2024 y, tomando en consideración las valoraciones de usuarios y la estimación de resultados realizada por parte de la delegación de Patrimonio Cultural y Liturgia de la Diócesis de Lugo, el balance general de esta iniciativa ha sido muy positivo.
La apertura y acogida, posible gracias a la firma del citado convenio, ha sido recibida con entusiasmo por el gran número de visitantes a las iglesias que formaban parte de esta colaboración. Muchos peregrinos de distintas partes del mundo han podido apreciar una parte representativa de la riqueza de nuestro patrimonio diocesano disperso entre las principales rutas jacobeas.
De igual modo, el servicio de atención prestado por el personal de la diócesis ha sido un pilar fundamental para el buen desarrollo de las distintas iniciativas programadas dentro de este proyecto. Para la delegación Patrimonio Cultural y Liturgia es importante remarcar que este ha sido uno de los elementos más valorados por parte de peregrinos y turistas, convirtiéndose, además, en uno de los principales activos.
Un ejemplo paradigmático en este sentido ha sido la experiencia desarrollada en la iglesia lucense de San Lázaro de A Ponte. Situada a los pies del Camino primitivo, esta supone el punto de partida de la etapa Lugo – San Romao da Retorta, una vez se ha abandonado la ciudad de la muralla, en la ribera opuesta del río Miño. Allí, peregrinos de todo el mundo acudieron a visitar la iglesia, momento que aprovecharon para detener su viaje y dedicar unos momentos al recogimiento y oración; así como para compartir experiencias, pedir información, plantear dudas acerca de la etapa e incluso solicitar algún tipo de asistencia en casos más puntuales.
No menos importante fue el servicio de sellado de credenciales, el cual sin duda constituyó uno de los elementos más demandados por parte de los peregrinos. Por lo demás, conviene recordar que esta parada en la ruta supone el inicio de una etapa en la que los peregrinos disfrutan de escasos servicios a lo largo de varios kilómetros, por lo que este servicio de acogida se convierte en un elemento esencial para planificación del viaje, aspecto valorado de manera muy positiva por parte de estos viajeros.
Asimismo, para el curso 2024, se ha habilitado un plan de instalación de rejas e iluminación que pretende facilitar la accesibilidad en iglesias de distintos puntos del Camino. Con este sistema los visitantes pueden disfrutar de un servicio que les permite la contemplación de aquellos templos de más difícil acceso y que, por diversos motivos, no tienen un horario estable de apertura y, en consecuencia, ocultos a la mirada de los viajeros.
La diócesis de Lugo considera la firma de este tipo de convenios como una oportunidad para acercar el patrimonio diocesano a todo el mundo, un patrimonio para el que proyectos como este suponen, en muchos casos, una inyección vivificante que contribuye a su valoración, difusión y, en consecuencia, a su salvaguarda.
María José Campo