La historia de la Ofrenda del Reino de Galicia al Santísimo Sacramento ha quedado salvaguardada en los documentos de los archivos gallegos, por estar vinculada esta ceremonia a las principales ciudades de Galicia a mediados del siglo XVII. El 1 de marzo de 1669, se firmó en la ciudad de A Coruña la escritura de un donativo que el Reino de Galicia aprobó al Cabildo de la Catedral de Lugo, para aumentar el culto al Santísimo Sacramento, siendo este documento el fin de un proceso que se había iniciado el 15 de febrero de ese mismo año, con la lectura por los representantes de las siete capitales del Antiguo Reino de Galicia de un memorial realizado por el insigne canónigo lucense Juan Pallares Gayoso, autor del libro Argos Divina.
La séptima condición, incluida en el donativo que el Reino de Galicia hacía al Cabildo, establecía que todos los años “para que perpetue mas, y ferborice la deboçion, y se Reconozca ser echa dicha doctaçion por el Reyno, hes condiçion, que todos los años se ofrezcan los dichos mill y quinientos ducados en nombre del Reyno”. Los 30.000 ducados ofrecidos debían ser aprobados por la reina regente Mariana de Austria, hecho que sucedió ese mismo año de 1669.
La enorme cantidad de dinero ofrecida tenía como fin otorgar una renta anual de 1.500 ducados, para cera que iluminase al Santísimo Sacramento en la Capilla Mayor de la Catedral de Lugo. El 19 de junio de 1672, tres años después de la escritura del donativo, se produce la primera ceremonia de la Ofrenda, personificando al Reino de Galicia el regidor de Mondoñedo Juan Pardo Monzón, y siendo recogidos los 1.500 ducados por el obispo de Lugo Fray Juan Asensio.
Los 350 años de historia de esta emblemática ceremonia han sido testigos de la evolución del propio escenario Ofrenda, siendo la principal modificación la realizada en 1769, cuando se cumplía un siglo de la instauración del donativo, con la inauguración del nuevo tabernáculo de mármol colocado en la reforma de la Capilla Mayor de Carlos Lemaur, y con las espectaculares pinturas de José Terán como incomparable marco, que aún hoy en día sobrecogen por su grandiosidad.
El paso de los siglos contempló la evolución de la propia ceremonia, y de hechos históricos como el II Congreso Eucarístico Nacional, realizado en Lugo en verano de 1896, o de las inmensas peregrinaciones eucarísticas que acudían el día de la Ofrenda del Reino de Galicia al Santísimo Sacramento durante la primera mitad del siglo XX, el “siglo de la Eucaristía”.
En 1969 se celebró a nivel nacional el 300 aniversario de esta ceremonia, con el ministro Manuel Fraga Iribarne como protagonista por la parte civil, siendo conmemorado este evento con la emisión de un sello a nivel nacional, con la imagen del pinjante con la representación de la Última Cena de la puerta norte de la Catedral de Lugo.
En 2019 se celebró el 350 aniversario de la Ofrenda de Galicia y se colocó una placa conmemorativa en la Catedral.