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«La prioridad es dar una educación de calidad»


Entrevistamos al nuevo director del Departamento de Educación de la diócesis de Lugo, Carlos Presa.

  • Asume en este momento una responsabilidad dentro de la diócesis, en un tema, el de la educación, que nunca ha sido menor pero que, si cabe en este momento, debe ser una prioridad no solo para la Iglesia sino para toda la sociedad.

Sí, yo creo que ahora mismo en todas las instituciones y a todos los niveles se está viendo que es así. Hay una inquietud, una preocupación por la educación como algo fundamental. Y, que menos que nosotros, como cristianos, tengamos también esa prioridad. La motivación que me ha llevado a asumir este cargo de dirección del Departamento de Educación es ésta, es decir, realmente hace falta una reflexión y que la Iglesia adopte un papel relevante en la educación. 

  • Nuestra diócesis, efectivamente está asumiendo esa responsabilidad y también desde la Conferencia Episcopal- nuestro Obispo es el presidente de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Cultura- se está haciendo. Se está sobre todo insistiendo mucho en dar a conocer toda la labor que la Iglesia hace en educación, ¿realmente puede ser algo desconocido para quien no esté en el día a día de la enseñanza?

 

Sí, es cierto, porque es verdad que la Iglesia está implicada en todas las facetas de la sociedad y en la educación lo está también. Es verdad que ya se daba por hecho esta implicación. Las congregaciones religiosas a lo largo de la historia han sido un ente fundamental en la educación. Y se sobreentendía que era lo normal. Ahora, sin embargo, parece que se estaba diluyendo la conciencia de esa presencia. Y no es cierto, la Iglesia sigue ejerciendo un papel importantísimo en la educación en general, con los niños y jóvenes en las parroquias, en el tiempo libre, en las residencias universitarias… no sólo como opción en la elección de la asignatura de religión.

  • Hablemos de cifras, ¿cómo son los datos de la elección de la asignatura de religión en la escuela? ¿Se nota que hay un aumento, una disminución de peticiones? ¿Qué lectura se hace de ellas?

Parece que a veces la asignatura de religión no tiene importancia o que hay poco interés en las familias por la educación religiosa, pero cuando se analizan las cifras nos damos cuenta de que ciertamente no es así. Los datos revelan que sí hay un interés. Por ejemplo, en la diócesis de Lugo, el 55% de los alumnos de la educación pública eligen la opción de Religión Católica, que sería de unos 12.000 alumnos de los 20.700, más o menos, que están escolarizados en las distintas etapas de educación: infantil, primaria, secundaria y bachillerato. En los colegios concertados, la cifra es de casi el 100% de los alumnos que optan por esta asignatura, siendo unos 6.000 los que asisten a la educación en escuelas concertadas.

  • El próximo día 24 se organiza, en Madrid, el Congreso La Iglesia y la educación. Es la jornada conclusiva, de una experiencia de reflexión que ha durado unos meses, en la que se pondrán en común todas esas experiencias educativas que hay en la Iglesia: colegios, profesores, pero también la parroquia, las residencias universitarias, las universidades, e incluso la educación en el ocio y el tiempo libre, es decir, todos los aspectos en los que se educa de alguna manera a los niños y jóvenes. ¿asistirá alguien de nuestra diócesis?, y si es así, ¿con qué expectativas lo hacéis?

Sí, por supuesto que vamos a participar. Y creo que la iniciativa que ha tenido la Conferencia Episcopal y, fundamentalmente, la Comisión de Educación, es muy interesante e importante.

Vamos a este Congreso con mucha ilusión por ese trabajo que se ha estado haciendo y que ha dado la oportunidad de recoger todas las experiencias educativas y ponerlas en común.

De la diócesis asistiremos, en representación los diversos ámbitos, unas 30 personas, entre directivos de colegios, docentes, responsables de pastoral y responsables las distintas las delegaciones de la diócesis. Y, como digo, asistimos con la ilusión de poder recoger experiencias, pero también de poder manifestar las nuestras; con la intención de compartir un momento para reflexionar sobre aspectos importantes de nuestra labor, y de toda la labor que se hace en otros sitios, para ver si, después, podemos concretizarlas, ya a nivel más particular, en nuestra diócesis. La idea es que esto no quede en algo abstracto, en meras palabras, sino que se puedan materializar y que podamos seguir trabajando en el ámbito de la educación de una manera más unida y con la conciencia de que hay que seguir trabajando.

  • Corrígeme si me equivoco, pero eso implica que ya se está pensando en un poscongreso.

Sí. Nosotros ya estamos valorando la posibilidad de celebrar un congreso en nuestra diócesis, donde podamos poner en práctica todo ese trabajo que se ha estado haciendo a nivel nacional y, si tiene encaje, poder concretizarlo con la realidad de aquí. Pretendemos acercar a todos los entes implicados en la educación en nuestra diócesis, trasmitirles lo vivido en el congreso a los que no han podido asistir o no tienen acceso, y animarlos a seguir trabajando.

  • Lleva poco tiempo en este cometido como director del departamento de educación. Pero ¿le ha dado ya tiempo de ver cómo es nuestra realidad educativa?

Llevo en esta tarea desde noviembre y lo que veo es que hay una ilusión que no se pierde, que no se ha perdido, por los niños y jóvenes, por darles lo mejor, por darles una oportunidad y por dar una educación de calidad.

También, como padre de familia, veo que la educación es una prioridad. En la sociedad hace falta que nuestros jóvenes tengan una identidad, que tengan claro cuál es su cometido, cuál es su la misión. Y, sobre todo, educarlos para que sean personas con espíritu crítico, que puedan dar respuesta a los desafíos de momento en el que viven. La verdad es que es una labor que tomo con mucho optimismo.

Carlos, muchas gracias.

Muchas gracias a ti.