Necesitamos volver a decir, lo que es la fe, quién es Dios Nuestro Señor Jesucristo, y como vivimos unidos con Él.
Para todos los fieles cristianos en Galicia, la parroquia es fundamentalmente un lugar concreto de relación, de comunión, de comunidad, pero visible, con rostros, con una historia, era así y no puede ser de otra manera, tiene que volver a serlo.
Esta urgencia de comunidad real, de que haya un rostro concreto que sea visible, no una comunidad de la que hablas, sino una comunidad a la que puedes ir, que puedes ver, que hay un sacerdote que conoces, cuya responsabilidad para contigo está clara, es muy importante.
Nosotros tenemos que volver a hacer lo que siempre hemos hecho, esa es la Iglesia desde el origen y es una realidad comunitaria, de comunión, que se construye sobre la fe y los sacramentos, pero que es humana, que es visible y que es real, en la que tú puedes participar, en la cual las personas pueden tener responsabilidades, en las cuales puede haber laicos y consagrados, pero sólo es posible si hay un lugar, si hay una comunidad real, si tiene una vida concreta.
No es posible vivir la fe sin valorar el núcleo del evangelio, sin valorar lo que es la Eucaristía, el Amor del Señor.
La constitución de una comunidad real, concreta, eclesial, que llegue a tomar forma uniendo gentes de un entorno próximo, pero canónicamente de diferentes parroquias, es un proceso que depende de muchas circunstancias y de las personas, pero sobre todo depende del deseo, de la intención del querer hacerlo.
La necesidad de predicar de nuevo de anunciar la fe del evangelio, la mirada pastoral que tengas sobre tus fieles, el deseo de cuidar esta fe, de cuidar esta comunidad y la capacidad de moverte de dar pasos, de hablar con ellos y de hacer un camino.
El proceso de Reorganización Pastoral en nuestra Diócesis ha ido evolucionando y dando forma a la vida parroquial en las zonas donde se ha implantado.
La adaptación se ha hecho de forma tranquila, sin prisas, dando pasos para intentar dar respuesta a las necesidades pastorales de cada lugar.
En cada Arciprestazgo la constitución de estos centros de referencia ha sido distinta, respetando siempre las características propias del lugar, por ello también la evolución ha sido diferente en cada caso, debido a esto el funcionamiento de los Centros Interparroquiales es diverso y variado, coincidiendo eso si, en que se han convertido en lugares de verdadera presencia eclesial en las zonas donde están ubicados.
“Sin Fe no hay futuro posible para nuestras parroquias”
Con esta premisa, surgen los Centros Interparroquiales, destinados a:
- Crear Comunidades más fuertes.
- Unir a las personas.
- Ofrecer esperanza y futuro en la Fe.
- Garantizar el derecho de todos los fieles de poder asistir a Misa todos los Domingos.
- Ser lugares de referencia para encontrarse con el sacerdote.
- Disponer de tiempo para poder estar más cerca de los fieles que más lo necesitan.
- Que las celebraciones sean más participativas y cuidadas.
- Poder trabajar en el desarrollo de una Pastoral adecuada a nuestra situación
