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Santa Teresa de Jesús y las Carmelitas Descalzas


Santa Teresa de Jesús es conocida también por ser la gran reformadora del Carmelo, Orden que nació en el siglo XIII. Esta reforma se llevó a cabo en el año de 1562 a través de la revisión y restablecimiento de la regla primitiva de la Orden, con el fin de vivirla en plenitud; para ello, Santa Teresa pone como base fundamental los Consejos evangélicos: castidad, pobreza y obediencia.

En la diócesis de Lugo contamos con un monasterio de Carmelitas Descalzas, el de la Santísima Trinidad. La Madre Priora, María de San José, nos concede una entrevista para conocer mejor su carisma y su misión.

AUDIO Entrevista Madre Priora de las Carmelitas Descalzas de Lugo, María de San José

El monasterio de la Santísima Trinidad de las Carmelitas Descalzas en Lugo

Está ubicado en la aldea de Paredes, perteneciente a la parroquia de San Pedro de Muxa, a unos 4 km al suroeste de la ciudad de Lugo.

Este monasterio es bastante reciente en comparación con la antigüedad de la Orden, su construcción comenzó en 1943. La primera comunidad de Carmelitas Descalzas llegó a Lugo el 23 de septiembre de 1983 procedentes de Buñol, Valencia.

Debido al aplazamiento de labores de construcción del monasterio, las primeras hermanas se hospedaron en una modesta residencia ubicada en la Ronda de la Muralla, junto al antiguo monasterio de las Salesas. Fue hasta diciembre que entraron a vivir en el actual monasterio.

En la actualidad viven en el monasterio seis hermanas, se encuentran a la espera de una hermana más, procedente de Perú. Además, hay cuatro jóvenes que se han puesto en contacto con ellas, eso le da alegría y esperanza a toda la comunidad.

El carisma

La espiritualidad de las Carmelitas se centra en la ‘contemplación’. Su vida transcurre en el silencio, en el anonimato, en la penitencia y, sobre todo, en la Adoración.

Santa Teresa insistía en que la santidad y la sabiduría son necesarias para los sacerdotes, ya que éstas les ayudan en su misión de dirigir y llevar las almas a Dios.

Es por eso que el carisma de esta Orden tiene su centro en la oración por los sacerdotes; además de pedir por ellos, por sus necesidades, o por el aumento de las vocaciones a la vida sacerdotal, las Carmelitas Descalzas rezan, sobre todo, por la santificación y sabiduría de los sacerdotes.

La Virgen María ocupa un lugar privilegiado en la historia del Carmelo y, desde el principio, inspira la vida de las Carmelitas que quieren e imitan a la Virgen de Nazaret. La Madre del Carmen o del Carmelo es modelo de comunión con Dios y de servicio a los demás.

El día a Día

Hay una expresión en latín que se asocia a la vida monástica: Ora et labora.

Para las Carmelitas Descalzas, esta expresión resume su día a día, ya que su jornada se estructura en torno a la oración y al trabajo.

El día para ellas comienza a las 06:30 con la oración de los Laudes.

Después, una hora de oración; seguida de la oración, viene el desayuno. Una vez finalizado este primer ora, comienza el labora. Su principal trabajo actualmente es la producción de hostias, para esto hay una hermana encargada de prepararlas, después en comunidad, todas juntas separan y eligen las mejores. Además de esta tarea, se dedican al resto de actividades propias de una casa.

           El testimonio de la Madre Priora María de San José

La Madre Priora, María de San José, nos cuenta la experiencia de su vocación, es decir de la llamada de Dios a esta vida. Esta llamada le llegó a temprana edad, fue a los 17 años cuando ingresó en el convento, gracias al apoyo y generosidad de sus padres. Recuerda como su difunto padre la alentó siempre, pues ella encontró en esta vida su felicidad.

Las Carmelitas Descalzas mantienen la comunicación con su familia mediante una carta mensual y, si viven cerca o les es posible, pueden visitarlas una vez al mes. En las cartas a su familia, la Madre María de San José les transmitía siempre que ella era feliz, y ella estaba convencida de que esta felicidad tenía eco también en sus padres; a pesar de las pruebas, dificultades y sufrimientos de cada día, ella dice que es feliz, viviendo en la Casa de Dios, sirviendo a Dios con sus oraciones y a las hermanas en el día a día.