El III Congreso de Profesores de Religión Católica de Andalucía, se celebró este pasado fin de semana del 19 y 20 de noviembre en Granada. A él asistió el Obispo de Lugo y Presidente de la Comisión de Educación y Cultura de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Alfonso Carrasco.
Del conjunto de las ponencias y paneles del III Congreso, ofrecemos las siguientes conclusiones:
La ERE es una asignatura para el siglo XXI imprescindible para el pleno desarrollo de la personalidad humana, como aparece recogido en las diferentes declaraciones nacionales e internacionales. Está abierta a todos por vocación y por elección.
Consideramos fundamental la integración de los saberes básicos, que incluye la apertura a la trascendencia como dimensión fundamental del ser humano. Esto implica ayudar a la persona a creer en sí misma como proyecto de Dios, al desarrollo armónico para poder vivir en sociedad, decidir y ser responsables para construir un mundo conforme al Evangelio.
La asignatura de Religión no sólo se centra en una transmisión de conocimientos o saberes sino que ofrece una propuesta antropológica y de cosmovisión cristiana de la vida. La competencia digital no es válida si no propicia el silencio y la quietud que hacen posible el diálogo interior y responder al sentido último de la vida.
En el proceso de enseñanza aprendizaje, desde la LOMLOE, transmitimos el mensaje cristiano utilizando las diferentes metodologías activas e innovadoras así como las herramientas digitales más vanguardistas.
Estamos convencidos de que sin la asignatura de Religión Católica no hay una formación humanística completa y es difícil comprender la Historia, la cultura y el Arte. En Andalucía el hecho religioso es fundamental.
Es urgente y necesario un pacto educativo, como propone el Papa Francisco, para no sufrir las consecuencias de los vaivenes políticos. Es fundamental que la asignatura de Religión Católica recupere su estatus como las demás materias curriculares: evaluable, computable y con una alternativa y carga horaria digna.
El profesorado de Religión está al servicio de la Iglesia y la sociedad. Posibilita el diálogo a toda la comunidad educativa conectando la realidad social con el aula, para luego salir al mundo y mejorarlo.
El profesorado de Religión tiene una doble responsabilidad, con las familias y con la Iglesia, de transmitir la formación cristiana en la escuela.
El profesorado de Religión, en el contexto de una escuela plural, crea situaciones de aprendizaje que respetan la conciencia del alumnado, proponiendo y no imponiendo, siendo conscientes de que en muchos casos es un primer anuncio del mensaje cristiano. En palabras del Papa Francisco, un “PRIMEREAR”.
El profesorado de Religión revitaliza y visibiliza su identidad y misión en el nuevo marco de esta sociedad diversa, plural e inclusiva del siglo XXI.