En ese lado, en el exterior, también se puede admirar otra de las joyas de nuestra Catedral.
La PUERTA NORTE, que da salida a la plaza de Santa María, es la más antigua de las tres que franquean la entrada al recinto. Pertenece al románico tardío. En ella destaca una gran figura en piedra que representa al Señor Todopoderoso -Pantocrátor- bajo la apariencia humana del Hijo Encarnado, sentado en su trono y con un libro cerrado en la mano izquierda.
Una figura muy humana: de cuerpo entero, rostro afilado, ojos grandes y muy abiertos, cabellos y barbas largos. Vestiduras regias, corona en la cabeza y aureola con una cruz labrada.
Sobre las figuras de Jesús y los apóstoles aparece una expresión en latín: DISCIPULUS DOMINI PLACIDE DANS / MEMBRA QUIETI DUM CUBAT IN CENA / CELESTA VIDIT AMENA. Es una evidente alusión eucarística al relato del Evangelio de San Juan (13, 22-25) cuya traducción podría ser: Recostado en el regazo del Señor durante la cena, el discípulo amado vislumbró la hermosura de las cosas celestiales.